Hoy Google nos recuerda que hace 30 años que se comercializó el juego de los comecocos. Si eso es así, fui uno de los primeros enganchados, ya que recuerdo pasarme algunas horas en una sala de recreativos en Alicante (allí quedaron unas cuantas monedas de 25 pesetas) durante aquel invierno de 1980, engullendo puntos, fantasmas y frutas hasta convertirme en un experto. ¡Qué ilusión cuando alcancé por primera vez la pantalla de las llaves!
Hoy el asunto de los videojuegos ha evolucionado hacia niveles insospechados entonces, pero esa es otra historia. La de mi adolescencia estaría incompleta sin el comecocos.
3 comentarios:
Yo nunca jugué a los comecocos... de hecho los acabo de descubrir y se me da fatal. ¡¡Pero lo seguiré intentando!! Besos
Si habré pasado veranos frente a la pantalla del PAC-MAN!! Incluso recuerdo uno en que volví a la ciudad casi sin haber visto el mar y con ampollas en la mano!
Es cuestión de echarle muchas horas, Lola. ¿A que sí, chica en la ventana?
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