Esta semana la Asociación de Libreros de Bizkaia ha tenido a bien concedernos sus galardones anuales a la Fundación Bilbao 700, a Harkaitz Cano (premio Euskadi de Literatura 2012), al maestro Ramiro Pinilla y a este que les escribe.
Podrán imaginarse el orgullo que me produce el reconocimiento de los libreros y el compartirlo con personas e instituciones a las que admiro.
En el cóctel que tuvo lugar en el Hotel Abando tuve la oportunidad de conocer a Carlos Bacigalupe y a María Jesús Cava Mesa, dos de las personas que más -y mejor- han escrito sobre la historia de Bilbao y de cuyos estudios me he valido para ambientar La ciudad de los ojos grises.
Desde aquí quiero agradecer su felicitación a todas aquellas personas que lo han hecho de uno u otro modo y, muy especialmente, a los libreros de toda la vida, esa maravillosa casta en vías de extinción y, sin los cuales, nuestros libros no llegarían a los lectores adecuados.
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