Ahora que en estos días, La ciudad de los ojos grises ya anda casi sola, no puedo evitar acercarme a ese rincón de mi estantería donde descansan los libros que he publicado y acariciar sus lomos.
Espero que aún me queden muchos por escribir y que el resultado sea todo lo digno que se merecen mis lectores. Pero por muchos que escriba, siempre recordaré que La sangre de los crucificados fue la primera novela. Y que gracias a ella y a su protagonista, el doctor Zúñiga, pude hacerme un pequeño hueco en el mundo editorial, tan complicado y a la vez tan apasionante.
No voy a negar que me reconforta leer reseñas de La ciudad de los ojos grises, especialmente cuando son benevolentes e, incluso, generosas con ella. Pero que a estas alturas aún aparezcan reseñas de La sangre de los crucificados, como esta del blog Las lecturas de Shaka (a quien dedico esta entrada), me hace sonreír.
Y es que de alguna manera, confío en que algunos de los lectores de mi última novela, terminen por descubrir a don Fernando de Zúñiga.
4 comentarios:
Yo siempre la guardaré en un soleado rincón de mi memoria. Disfruté tanto de su lectura que aún me entran ganas de volver a esa novela. Te advierto que allá donde voy, la recomiendo a los cuatro vientos. Nadie se la debería perder. Un beso.
Agradezco que me ayudes a promocionar a don Fernando de Zúñiga:) Ayer me hizo mucha ilusión ver "La sangre de los crucificados" en la biblioteca de Sevilla, bastante deteriorada por la cantidad de manos por las que ha pasado.
Un afectuoso saludo.
Supongo que a todo escritor le pasa lo mismo: el acordarse de su primera publicación y el ver que aún los lectores se acuerdan de ella. Eso debe dar una satisfacción enorme porque creo que así vemos que también el autor de esa novela sigue siendo fiel a sus seguidores escribiendo más historias y logrando el éxito, como ocurre con La ciudad de los ojos grises. Y, por lo que veo, las tres novelas tienen su atractivo. Que siga la racha, Félix.
Gracias, amigo Francisco. Esperemos que mi próxima novela pueda seguir cumpliendo las expectativas de mis lectores.
Un afectuoso saludo.
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