sábado, 24 de abril de 2010

Una mirada

A veces, uno no se arrepiente de llevar la cámara a lugares en los que lo normal es arrepentirse de llevarla.

jueves, 15 de abril de 2010

martes, 6 de abril de 2010

Nemesio Mogrobejo

Documentándome para una novela, me topo con la figura de Nemesio Mogrobejo, un escultor bilbaíno que falleció tal día como hoy hace un siglo cuando acababa de cumplir 35 años tras una vida coqueteando con la muerte.
Nemesio convivió con su guadaña desde antes de su nacimiento. Fue concebido en plena guerra carlista, su padre murió antes de que viera la primera luz tras haber enterrado a cuatro hijos, y aún no había cumplido los doce años cuando perdió a su madre. Por no hablar de los amigos que adelantaron su cita con la parca… ni del fruto de su amor con Paula, su pequeño Nemesio, su único vástago, que no pudo soportar la ausencia de su madre y marchó en su busca a los pocos meses de nacer. Todo ello provocó que una Nochevieja se pusiera una pistola en la sien junto a la tumba nevada de su amada pero no consiguió apretar el gatillo.
Quizás estuviera escrito su destino en las estrellas. Vino al mundo en el número 1 de las Calzadas de Mallona, las mismas que conducían al antiguo cementerio de Bilbao. En su niñez vio pasar decenas… cientos de cortejos fúnebres desde la ventana de su casa. Y es que, aunque todo el mundo emprende el camino del camposanto desde el preciso día que nace, en su caso la metáfora cobró un realismo malévolo y sardónico.















Su obra está marcada por el sufrimiento provocado por la muerte prematura de su amada, Paula Scheneck, una austríaca de Graz, ciudad a la que regresa Nemesio para morir, víctima de la tuberculosis.
Mogrobejo se inmortalizó a través de sus obras: Risveglio, La muerte de Orfeo, Hero y Leandro, Eva... Aunque, en mi opinión, fue su Pierrot, una figura de bronce tocando con rabia su mandolina, atrapada en sus propias curvas, la que se convirtió en la perpetuidad de su espíritu… Alma y cuerpo doloridos en una obra marcada por la muerte.
Quizás Paula muriera para dirigir sus manos de manera que su obra fuese inmortal… o quizás el escultor muriese joven para que su obra fuese inmortal y para que cien años después recordemos quién fue Nemesio Mogrobejo.

lunes, 5 de abril de 2010

La veleta nocturna

Siempre se recuerda la emoción de la primera vez. Por eso quise estar con un amigo en la puesta de largo de su primer libro.
El autor Fernando Cartón Sancho presentó este fin de semana su colección de cuentos La veleta nocturna y se acordó de mí para que la presentara.
La concurrencia villalpandina estuvo a la altura de la calidad de sus relatos (La promesa, Fuegos en el Sena, La chica de la foto y Leningrado), por lo que el acto tuvo todo el éxito que le deseo al bueno de Cartón.
Sus lectores ya esperamos nuevas obras.

domingo, 4 de abril de 2010

sábado, 3 de abril de 2010

Semana Santa VII

"Calle de bandos y bandas, en la que sonaron aceros comuneros y resuenan fúnebres notas como si fueran únicas".

http://unacanaenelalma.blogspot.com/2010/02/calles-nazarenas-de-salamanca-i-calle.html

viernes, 2 de abril de 2010

jueves, 1 de abril de 2010

Semana Santa V

Ya estamos en Villalpando.