sábado, 31 de diciembre de 2011

Unamuno

La obra de Unamuno es digna de admiración para cualquiera. Para los vascos que hemos estudiado en Salamanca, supongo que aún más por aquello de seguir sus pasos, aunque sólo sean físicos por las calles de la capital charra.
En mi caso, además se da la circunstancia de que he leído recientemente muchas de sus cartas, de sus artículos y de sus libros para mejorar la ambientación de mi próxima novela. Incluso, don Miguel es un personaje de la misma… pero este es un asunto que ya tendremos tiempo de tratar más adelante.
Entenderán, pues, que hoy mi recuerdo en el 75º aniversario de su muerte tiene que ser para el ilustre intelectual bilbaíno, tan amado como odiado por los hunos y por los hotros.  
Su último sueño tuvo lugar junto al brasero de su mesa camilla en la calle Bordadores, en la que se hallaba forzosamente recluido como castigo a su enfrentamiento con Millán Astray el 12 de octubre anterior durante la celebración del día de la Raza.
Quizás soñara con Concha –cuya ausencia le ahogaba la garganta como si le hubiesen puesto un dogal-, o quizás con Delfina Molina –su gran admiradora argentina-, o quizás con las ausencias de los amigos que le abandonaron en el último momento o con aquellos asesinados o presos como consecuencia de la guerra incivil. Aunque yo creo que su último sueño fue para el Bilbao de su niñez, aquel que retratara magistralmente en su Paz en la guerra.
Y aunque pueda parecer que tenía una ideología contradictoria, lo que le ocurrió es que simplemente no se alineó con ninguna de las dos facciones en cuanto emplearon la violencia. Es imposible ser intelectual y tener un pensamiento único. Supongo que es más sabio, quien más duda.
Al fin y al cabo, la libertad consiste en expresarse conforme a los dictados del corazón, sin que el miedo o los complejos sean los que hablen por nosotros.  
El ayuntamiento de Salamanca celebrará en 2012 el año Unamuno y yo, en lo posible, me sumaré a la hora de honrar su memoria.
Por el momento, dejo por aquí un soneto escrito por el viejo profesor diez días antes de su muerte.

Cuan me pesa esta bóveda estrellada
de la noche del mundo, calabozo
del alma en pena que no puede el gozo
de su todo gozar, prendida en nada.

Ay, pobre mi alma eterna encadenada
de la ilusión del ser con el embozo
de la verdad de veras en el pozo
en que está para siempre confinada.

Qué chico se me viene el universo
¿y qué habrá más allá del infinito,
de esa bóveda hostil en el reverso,

por donde nace y donde muere el mito?
Deje al menos en este pobre verso
de nuestro eterno anhelo el postrer hito.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Novedades enero 2012

El año acaba con la publicación del catálogo de novedades del grupo Anaya para enero de 2012.
Me es muy grato comprobar que, en la sección de bolsillo, mi Muerte dulce comparte hoja con buenas novelas de amigos.

domingo, 25 de diciembre de 2011

El anuncio de Campofrío

Me sumo a los elogios del magnífico anuncio de Campofrío dirigido por Alex de la Iglesia, en el que intervienen Santiago Segura, Chiquito de la Calzada, Los Morancos, Andrés Pajares, Fernando Esteso, Mago Mora, las hermanas Hurtado, Josema Yuste, Millán Salcedo, Fofito, Pepe Carabias, Forges, Bigote Arrocet, Anabel Alonso, Florentino Fernández, Toni Antonio, Juan Luis Cano... y Gila.
Que nadie nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Hojas

Hay hojas que se resisten a formar parte de una alfombra otoñal y se aferran a bellos frutos sin saber que ya carecen de vida.
Ignoran que un simple soplo del viento, las harán convertirse en hojarasca. Pero, al menos, mantienen la ilusión durante el tiempo que se alojan en ramas ajenas.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Un tipo no tan infame

Conocí a Pedro de Paz en la primera reunión de escritores a la que acudí tras publicar mi primera novela. Y me cayó bien desde el principio. Ahí donde lo ven, con su "larga cabellera veteada por las canas, barba pulcramente recortada, expresión de macarra de barrio y aspecto de palmero de Utrera recién salido de un festival flamenco" es un buen tipo.   
Por eso, hice por estar en Madrid el pasado miércoles y acudir a la presentación de su novela "La senda trazada" en "Tipos infames", la librería de moda donde uno puede degustar un vino mientras compra un libro. El único "inconveniente" del local es que las chicas han de cuidarse de llevar falda, sobre todo si hay presentaciones o exposiciones en el sótano ya que hay un traicionero suelo de cristal.  
La presentación corrió a cargo de su amigo Carlos Salem que, a pesar de compartir copa de vino con Pedro, tampoco es tan fiero como se pinta a sí mismo ya que incluso se permitió darle un trago a una botella de agua. El acto estuvo plagado de escritores, lo que demuestra que -al menos en este grupo- existe una sana camaradería.
También María Zaragoza y Javier Pérez nos adelantaron el argumento de sus próximas novelas. Por allí andaban David Torres, Fernando Marías, Vanessa Monfort, Jorge Magano, Armando Rodera, Rebeca Tabales, Javier Puebla, Alfonso Domingo, Marina Fernández Bielsa, Paco Gómez Escribano y Jorge Díaz entre otros. No faltaron cerveza, vino, cava y canapés.
Para que luego digan que las presentaciones son aburridas.

sábado, 17 de diciembre de 2011

El beso de Rekalde

En estos días he estado recorriendo algunos de los lugares de mi pasado. Por eso, me acerqué, cámara en ristre, a la bilbaína calle León de Uruñuela en Rekalde, donde viví casi un par de años antes de comenzar la primaria en Portugalete.
A pesar de no haber vuelto hasta ahora, tenía recuerdos e imágenes impregnadas en mi memoria durante cuarenta años: la calle empinada, el color de los edificios, los paseos diarios de la mano de mi madre camino de la guardería de La Casilla, la visita de los domingos a la oficina de La Alhóndiga en las que trabajaba mi padre y donde aporreé por primera vez una máquina de escribir… pero lo que mejor recuerdo es la proyección de Bambi en el cine Rekalde.
Sí, Bambi fue la primera película que vi. En aquella versión, aún se veía cómo los cazadores mataban a su madre. Imagino que el trauma que dejó a miles de niños, hizo que se suprimieran aquellas imágenes explícitas. Lo cierto es que posiblemente aquel día conocí el significado de la palabra tristeza, y eso que también reí con el conejo Tambor.
En esos pensamientos andaba, frente al bar que hoy ocupa el local del viejo cine cuando al girarme, me topé con una troupe de equilibristas, payasos, músicos y malabaristas que hacían las delicias de pequeños y grandes en la calle. 
Así que cambié el chip y me dispuse a tratar de conseguir alguna instantánea decente entre aquel maremagno de chiquillería, artistas y curiosos.
Pronto me llamó la atención una chica vestida de verde y su perro amaestrado, el cuál daba unos saltos increíbles tratando de captar la pelota que ella utilizaba como reclamo.
Los músicos arrastraban su amplificador mientras los malabaristas usaban sus bolos, pelotas, aros y monociclos al son de lo que ellos tocaban. Estuve observando al chico del violín eléctrico que parecía estar algo descontento con la descoordinación de los artistas y me admiró que tratara inútilmente de poner orden entre un grupo de gente que disfrutando yendo a su bola… o a su monociclo. 
Pero a pesar de las molestias del violinista, el espectáculo era magnífico. Los malabaristas practicaban nuevos números al compás de la melodía que los músicos interpretaban impecablemente.  
Estuve allí hasta que, llegada la hora de comer, los artistas fueron abandonando el parque. Y, justo, cuando me disponía a marcharme, vi como la domadora de perros pasaba el brazo por encima del hombro del violinista y le besaba feliz.
Mi cámara y yo no pudimos sino sonreír.

jueves, 8 de diciembre de 2011

La Purísima y Villalpando

En Villalpando tuvo lugar el 1 de noviembre de 1466 el primer voto explícito en defensa del misterio de la Inmaculada Concepción, que consiste -como su propio nombre indica- en la creencia de que la Virgen estuvo libre de pecado desde el mismo momento de su concepción.
De ahí que los villalpandinos lo celebren con orgullo cada 8 de diciembre.
Curiosamente, ya era fiel devoto de la Inmaculada Fernando III el Santo, el mismo sobre el que se discute su lugar de nacimiento, hijo de doña Berenguela... la misma que habitaba durante largas temporadas en el castillo que los condestables de Castilla poseían en Villalpando.

domingo, 4 de diciembre de 2011

sábado, 3 de diciembre de 2011