domingo, 30 de junio de 2013

Fragmentos

Hay personas que nunca se van. Al menos, mientras sigan existiendo otras  personas que las siguen amando.
Es cierto que su cuerpo no está pero, al irse, los fragmentos de su alma se fusionaron  con la nuestra. Y no es ya que las recordemos, sino que son parte de nosotros mismos.
Por eso, su rostro, su sonrisa, su dulzura… permanecen latentes en nuestra imaginación y, con frecuencia, nos invade alguno de estos destellos que hacen detener el reloj, que nos bloquea temporalmente y nos obligan a suspirar para seguir adelante.
Hay personas que necesitan hablar de los que se fueron, otras no podemos… si acaso escribir unas cuantas líneas, muy de vez en cuando, en feroz lucha contra la congoja.
Pero es que esta noche, como muchas otras, ella se ha colado en mis sueños.