lunes, 30 de noviembre de 2009

lunes, 23 de noviembre de 2009

Los toros actores

Creo que fue Alfred Hitchcock quien recomendó no rodar con niños, ni con animales. Supongo que más que a perros o a caballos, se referiría a elefantes, hipopótamos… o a toros. Y si no que se lo digan a los gaditanos que el domingo iban por la mañana paseando tranquilamente por el centro de la ciudad y se toparon con una manada de novillos que se había escapado del rodaje de “Kight and day”, una de esas producciones de Hollywood que tiene como protagonistas a Tom Cruise y Cameron Diaz.
Dice el periódico que los astados se saltaron las medidas de seguridad (un par de tablones, una pequeña valla y un candado). Estos toros españoles no respetan nada. Al de “one, two, three… ¡action!” en vez de ir por donde educadamente les habían sugerido, se dieron la vuelta y la emprendieron con la valla. Menudo ataque de risa les tuvo que entrar cuando vieron las pomposas medidas de seguridad “made in America”. Y eso que eran mansos. No es de extrañar que quisieran darse un garbeo hasta la playa de La Caleta. Lo mejor era ver al policía nacional tratando de reconducirles con una garrocha desde el coche patrulla.
El tema es que ando un poco hasta el gorro del rodaje de la dichosa película. La semana pasada bloquearon el centro de Sevilla para rodar una persecución de coches y motos alrededor de la Giralda y de la Maestranza. Si ya acceder al centro es una pesadilla y han conseguido que sólo se llegue en el trenecito (y tienen la osadía de llamarlo tranvía), en bicicleta o en coche de san Fernando, la semana pasada sólo valía el helicóptero, vehículo que no está al alcance de todo el mundo.
Las autoridades nos rogaron paciencia porque la película deja un chorro de millones a la ciudad y además beneficia su imagen en todo el mundo. Para ello se decoraron las farolas y balcones con la bandera local para “que se vea que esto es Sevilla”. Lo que no tengo muy claro después de ver a mozos vestidos como si estuvieran en los sanfermines es de si los responsables de “Knight and day” piensan hacer un mix al estilo de otra peli protagonizada por el Cruise en la que se mezclaban las Fallas con la Semana Santa. Y es que “Spain is different”.
Por cierto, de Tom y de Cameron ni rastro aún.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Son aquellas pequeñas cosas

Supongo que cualquiera se atrevería a echar la vista atrás para detenerse en cosas, situaciones o personas que nos han marcado. Cosas, situaciones o personas que pasaron por nuestra vida efímeramente o, quizás, aún están ahí.
Hoy vamos a dejar los malos momentos y vamos a quedarnos con los que nos han hecho disfrutar.
En esta vida hay algo más que películas, libros, canciones o personas a las que amamos, pero convendrán conmigo que la mayor parte de nuestros buenos ratos han sido proporcionados por ellos.
Reflexiono sobre esto porque hace unas horas iba a asistir a una conferencia impartida por Umberto Eco. Al final, una indisposición le ha impedido viajar a Sevilla y me he quedado con las ganas de conocer al maestro. El hecho es que El nombre de la rosa es una de esas novelas que uno recuerda para siempre. Magistral. Y, contra lo que suele suceder, su adaptación al cine fue más que digna.
Por eso, hoy se me han venido a la mente libros como El señor de los anillos, El perfume o Asesinato en el Orient Express; películas como Los inmortales, Manhattan, El halcón maltés o Amo tu cama rica; y canciones como Contigo de Sabina o No digas que no de Los Secretos.
No voy a discutir sobre su calidad –entre otras cosas porque para mí es indiscutible-. Simplemente me marcaron. Estoy seguro de que todos y cada uno de nosotros tiene su propia lista.
He dejado a las personas para el final. Por algo tan simple como que hoy es el cumpleaños de mi hija. Ella está en una edad en la que está deseando cumplir años. Es ley de vida. Luego llegará la época en la que estará a gusto con los que tiene y, más tarde, aquella otra en la que anhelará ser más joven.
Feliz cumpleaños, Ana. Te quiero.

domingo, 15 de noviembre de 2009

lunes, 9 de noviembre de 2009

Se fue un maestro

Me acabo de enterar de la muerte de uno de mis maestros. El de la introspección cautelosa en el alma. Uno de los más grandes en el arte del retrato. Humberto Rivas ha fallecido en Barcelona a los 72 años. Este fotógrafo argentino ha sido Premio Nacional de Fotografía (sólo unos pocos ostentan este reconocimiento) y estaba a punto de recibir la Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona que ahora recogerá su familia a título póstumo.
Me queda un gratísimo recuerdo de él como fotógrafo y como persona. Tuve la fortuna de conocerle en uno de los talleres que organiza la agencia Cobertura de Sevilla.
Allí tuvo lugar una bella lección de sencillez. El maestro nos pidió a los alumnos que lleváramos una muestra de nuestro trabajo anterior para comentarlo. Recuerdo a Humberto observando perplejo las instantáneas de uno de mis compañeros de curso. Durante minutos caviló sobre ellas, sin emitir una palabra. Igual que hacía antes de tomar una foto. Luego, con su típico gesto parsimonioso de genio despistado, elevó la mirada por encima de sus grandes gafas y no pudo sino preguntarle al autor:
-¿Por qué no vas a trabajar a Barcelona?
Pero el autor de aquellas fotos adoraba Sevilla y ya no se planteaba vivir en otro lugar. El autor de aquellas fotografías a mí también me dejó impresionado. Intenté en una comida que bebiera más vino de la cuenta para que me confesara el secreto del brillo de los ojos en los fotografiados, pero no hubo manera. Tampoco accedió a impartir ningún curso, al que yo hubiera acudido encantado. Era demasiado tímido. Humilde en grado sumo.
Aquel pupilo que acudió a escuchar las enseñanzas de Humberto Rivas resultó ser uno de los mejores fotógrafos que he conocido. Su nombre: Atín Aya… y también se le echa de menos en el mundo de la fotografía y entre quienes le conocimos. Estoy seguro de que Atín y Humberto ya andan compartiendo técnicas y experiencias, estudiando cómo aprovechar la luz de la eternidad. Valga este torpe comentario como sentido homenaje hacia los dos. Al menos, siempre nos quedarán sus fotografías.

domingo, 8 de noviembre de 2009

El beso

La fotografía más vendida de la historia lleva por título "El beso" y la realizó Robert Doisneau en el París de 1950. 42 años después, el propio Doisneau confesaría que la foto no fue casual y que la pareja había posado.
Puedo asegurar que estos chicos no posaron para mí como tampoco se dieron cuenta de que un cazador de momentos inmortalizaba el instante (prefiero lo de cazador de momentos a lo de fotógrafo fisgón). Andaban abstraídos del mundo, demostrándose su amor, amparados por el Puente de Triana.
Sin duda, existen pocos motivos en la fotografía tan atractivos como un beso.

lunes, 2 de noviembre de 2009

La cuna de mi lengua

Tenía ganas de visitar San Millán de la Cogolla. Un lugar de esos donde no resulta difícil imaginarse la vida en otros tiempos. No sé por qué me imaginaba el Monasterio de Suso más grande. Por fortuna, tuve unos minutos para recorrerlo solo y sentir su silencio.
En este recóndito lugar se escribieron hace mil años las primeras palabras en castellano y en euskera. Las lenguas que se hablan en mi tierra. Dos idiomas con un futuro y un pasado común... y con algunas señas de identidad muy similares: la doble erre, el sonido de la eñe, las cinco vocales...
Me sentí reconfortado en esta cuna. En la cuna de mi lengua.