viernes, 3 de septiembre de 2010

Atardecer en Tierra de Campos

Hoy he salido a pasear en bicicleta por los alrededores de Villalpando y me he traído estas fotos en el bolsillo.
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En medio de una extensa llanura, ni siquiera los pájaros han osado perturbar el más profundo de los silencios que uno puede percibir al aire libre.
Dicen que hay que conocer París, Nueva York, Sevilla... pero yo no cambio ningún paisaje urbano por un atardecer en Tierra de Campos.

4 comentarios:

Sergio Pampliega Campo dijo...

Bonitas fotos.

Cuan de acuerdo creo estar contigo.
Muchos presumen de conocer grandes ciudades por todo el mundo.

Y a mí también me encanta conocerlas.
Pero muchas veces, más cerca de lo que nos creemos, tenemos paisajes y lugares bien bonitos, y la mayoría por descubrir por conocer y por disfrutar…, pero disfrutar con paciencia y con tiempo, y sin prisas.

Yo veraneo en un pueblo de la Comarca de los Oteros, en un espacio de transición entre la Tierra de Campos y la ribera del Esla, situada al sudeste de la provincia de León.

Un pueblo situado en una llanura plagada de pequeñas elevaciones denominadas cuetos u oteros que da el nombre de Oteros a la Comarca…

Y todos los años paso unos días allí… es el pueblo de mi madre, pero ya es de toda la familia porque llevamos toda la vida veraneando más o menos tiempo, y pasando otras fechas cuando nos es posible.

Y lo que tú dices. Esos atardeceres, esas llanuras tan extensas, esos pueblos de adobe, entre oteros, campos sembrados, y pequeños arbolados y riachuelos y lagunas…
Ese silencio. Esas extensiones…
Yo todos los años voy sacando fotos y las voy acumulando año a año, pueblo a pueblo… y no dejo de sorprenderme siempre, de descubrir algo nuevo.
Y llevo años paseándome por estos paisajes… pero todavía no me atrevo a presumir de conocerlos, porque sé que me quedan tantísimas horas aún por delante para andar y ver… Pero espero conseguirlo con el tiempo… algún día.

Pero bueno, yo disfruto llendo y viniendo, que es lo que importa. Es una especie de diversión sin fin, supongo. Y saber que nunca se va a acabar reconforta… :-)

Saludos

MADOLOK dijo...

Tienes razón amigo Felix, yo tampoco cambiaria por nada el silencio y la tranquilidad y sosiego que te invaden contemplando un atardecer en nuestro querido Villalpando, y es que hay muchos y bellos tesoros naturales por descubrir y que la falta de tiempo ,en la mayoria se los casos, nos priva de de disfrutar.
Es maravilloso saber cazar esos instantes...y es que la fotografia es un invento muy grande.
Un saludo cordial.

Lola Montalvo dijo...

Magnífico lugar, sí señor. No tengo el gusto de conocerlo, pero el cariño con que lo fotografías y con que lo muestras dicen mucho de su belleza y tranquilidad. Besos miles

Félix G. Modroño dijo...

Pues sí, Sergio, somos afortunados los que vivimos en la urbe y tenemos raíces en lugares que nos permiten estar en contacto con la naturaleza. Estoy seguro que los atardeceres en los Oteros no tienen nada que envidiar a los de su vecina Tierra de Campos.
Un cordial saludo.

Ay, Madolok, pronto echaré de menos esos silencios.
Un cordial saludo.

Lola, por fotuna, aún nos quedan por conocer un montón de paisajes maravillosos.
Un cordial saludo.