miércoles, 8 de julio de 2009

Bichos raros

Estos días se celebran las fiestas de San Fermín. Antes de nada he de decir que me gustan los encierros (no en vano acudo todos los años a los de Villalpando) y, aunque no soy un gran aficionado a las corridas, hay que reconocer que sin ellas los toros bravos hace siglos que se hubiesen convertido en bichos raros y ya no podríamos verlos ni en los zoos.
Vi el chupinazo en las noticias. Miles y miles de personas, apelotonadas, hasta arriba de vino (por dentro y por fuera); algunas tirándose desde fuentes o balcones para ser recogidos por la multitud antes de estrellarse contra el suelo. ¡Jo, qué bien se lo están pasando! ¡Cómo no envidio estar ahí metido!
Hace tiempo que las aglomeraciones me agobian. Y uno empieza a pensar que o se hace mayor o huraño.
¡Qué quieren que les diga! Disfruto jugando al mus, cantando y tocando la guitarra con Carras y David, tomando cervezas con mis amigos en Bilbao o en Villalpando, cenando con mis colegas en la Peña, bromeando con Pilar, leyendo libros… y no me gustan los centros comerciales, ni las celebraciones multitudinarias de los aficionados al fútbol, ni los lugares atestados.
Adoro el silencio. Quizás por eso, mis oídos no andan finos; tampoco es que me importe. Entiendo que a veces me paso. Hago largos viajes en coche y no pongo ni la radio. Suelo ser reacio a mantener una conversación duradera. Y es que cada vez me cuesta más encontrar sonidos que mejoren el silencio.
También creo que cuando uno necesita de mucha gente para encontrarse a gusto, es que no es feliz consigo mismo. Prefiero pensar así a reconocer que soy un bicho raro.


P.D. O a lo mejor es que necesito que lleguen ya las vacaciones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Menos mal que tú no te has aperezado con este calor para escribir, pues nuestro amigo Varo lleva un mes con su blog en paro.
Quienes son los bichos raros, los toros o los que nos gusta la tranquilidad y los momentos de soledad? Para mi los toros no son raros,son peligrosos y sinceramente me dan miedo, lo reconozco.Los solitarios, que no solos, me parecen excepcionales, pero no raros.Un saludo cordial.

Félix G. Modroño dijo...

Creo que la gente tendrá que ir dándose cuenta de que son necesarios los momentos de soledad para huir de la vorágine que nos rodea.
En cuanto a Varo, estoy seguro de que no tiene tiempo para su blog porque está escribiendo avanzando con un buen cuento... o con una buena novela. Al tiempo.
Saludos.