sábado, 24 de abril de 2010

Una mirada

A veces, uno no se arrepiente de llevar la cámara a lugares en los que lo normal es arrepentirse de llevarla.

3 comentarios:

MADOLOK dijo...

Es que no hay nada más belllo que la espontaneidad y la sonrisa de un niño.
Un saludo.

Lola Montalvo dijo...

Por una mirada así muchos darían todo lo que tienen...
Magnífica fotografía, Félix.
Besos

Félix G. Modroño dijo...

Efectivamente, Madolok... y nada más sincero.

Lola, eso pone de manifiesto que la felicidad no se puede comprar.

Saludos a las dos.