lunes, 8 de noviembre de 2010

Literatura y placer

La Asociación de Escritores de Euskadi acaba de publicar un pequeño libro en el que hemos participado Óscar Alonso, Antonio Altarriba, Juan Bas, Mila Beldarrain, José Ramón Blanco, Seve Calleja, Olatz Candina, Beatriz Celaya, Luisa Etxenike, Fernando García Pañeda, Javier Maura, Javier Otaola, Julia Otxoa, Álex Oviedo, Maria Eugenia Salaverri, Eli Tolaretxipi, Juan Manuel Uría, Esther Zorrozua y este que les escribe.
Se trata de un plaquette que contiene breves ensayos, fragmentos de novelas inéditas, reflexiones sobre el estado en que se encuentra hoy en día la literatura y algún que otro relato.
Inicialmente, se podrá adquirir en la página de la asociación.

3 comentarios:

francisco aranguren dijo...

"Un libro y toda la soledad", dice que dijo Camilo José Cela. Ese es el placer. Tiempo. Todo el placer consiste en el tiempo disponible para no hacer nada salvo lo que a uno le apetezca hacer. En tal caso ¿qué sentido tiene leer con esfuerzo? Sí. Los libros fundamentales, esos que hay que leer. Dicen que ese esfuerzo tiene luego su recompensa, cuando adquieres el libro, lo haces tuyo. Pero en general, si es tuyo es porque te atrapa. Tú sabes qué libros son droga dura para tí. Qué libros leídos son como escritos para tí (por tí incluso). Placer: una razón inapelable. Enhorabuena por la publicación.

Lola Montalvo dijo...

Sí, pocas cosas producen mayor placer que leer algo que te engancha y te posee y ya no eres tú hasta que levantas la vista del libro y te das cuenta de donde estás. Gracias a los dioses soy capaz de leer y concentrarme donde sea, por lo que aunque no disfrute de tiempo puedo sumergirme en una de las cosas que más me gusta.
Mucha suerte con esta nueva publicación y enhorabuena. Besos miles

Félix G. Modroño dijo...

Ay, Francisco... tiempo. Tienes razón. Sentarte a leer implica tener tiempo para ti mismo y eso, en sí mismo, es ya un placer. Si además el libro es bueno, pocas cosas reconfortan tanto.
Un abrazo.

Lola, abstraerte de cuanto te rodea para imbuirte en una lectura es un don como otro cualquiera. Un afectuoso saludo.