
Parece mentira pero ya han pasado 26 años desde que un jovencísimo Severiano Ballesteros lo ganara allí mismo. Él fue un buque insignia del deporte español como lo fueron Ángel Nieto o Indurain o como hoy lo son Nadal o Gasol.
Acabo de leer una entrevista que le realiza The Daily Telegraph evocando las alegrías de entonces.
A veces la vida no es justa del todo y todo lo que le ha dado en el deporte se lo ha quitado en el terreno personal. Ya saben que sufrió un derrame cerebral (del que aún se está recuperando) al año siguiente de que su pareja sentimental falleciera en un accidente de tráfico. Y es que la felicidad nunca es completa.
En uno de los pasajes de la entrevista, Seve viene a decir que para todo en la vida, hay un principio y un final y que lo más duro es descubrir que ese final está llegando.

Sin embargo, pienso que a pesar de la dureza de enfrentarse al final de situaciones felices, más triste hubiera sido no haberlas vivido.
2 comentarios:
Muy buena reflexión. Estoy completamente de acuerdo en que no hay final más triste que el final de una vida vacía.
Preciosas fotografías.
Un abrazo
Por eso hemos de procurar llenarla todos los días.
Un cordial saludo.
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